Un regalo para tu rostro: Mascarilla de Loto blanco de Kenzoki

Siempre he sido fan de las mascarillas. Recuerdo que una de mis tías (una que presumía de piel de bebé a sus 40 años), siempre me decía que ese era su secreto. Ella solía combinar las naturales con las comerciales para sus rituales de belleza... no recuerdo ni cuantas tenía, pero era un arsenal que cualquier modelo envidiaría.

Ha pasado el tiempo y su piel sigue tan maravillosa. Es cierto que la genética ayuda mucho, pero ella me ha demostrado que todo lo que puedas hacer por ti y por tu piel en la juventud, se verá recompensado en el futuro. De ahí viene mi afición a este producto... me encantan, para mi son todo un ritual y un regalo que nunca le viene mal a la piel del rostro.

Hoy os quiero enseñar la que he venido utilizando hace más de tres meses: Se trata de la mascarilla de loto blanco de Kenzoki, la cual hace parte de su línea "Belle de Jour", recientemente lanzada por la firma.

Precio: 70€ aprox. /75 ml. Brocha incluida.

Los primeros ingredientes de esta mascarilla son: Agua de raíz de loto, Glicerina, Manteca de semillas de mango, manteca de karité y aceite de almendras dulces. Su textura es un poco parecida a una mousse muy suave y su olor es absolutamente increíble... creo que es la razón por la cual esta hace parte de una gama que se describe como "cosmética sensorial"... en cuanto la aplicas no tienes más remedio que tumbarte en el sofá y relajarte.

Es una maravilla aplicarla antes de dormir porque te quedas con este aroma y amaneces con la piel muy luminosa. El loto blanco actúa como un potenciador de la regeneración celular, y como piel necesita "respirar" de vez en cuando, me la aplico siempre en la noche y después de retirarla no me pongo nada más para dormir. Al otro día se aprecia bastante el resultado, muy parecido a un delicioso sueño reparador.

Lo único extraño que me ocurrió con su uso fue que durante las dos o tres primeras veces que me la apliqué sentía un ligero cosquilleo en la piel. Aún así la piel no me quedó roja (pensé que podía pasar, y como mi piel es tan sensible, a veces reacciona así cuando empiezo con un nuevo producto). Supongo que tenía la piel un poco deshidratada y por eso tenía esa sensación, pero después de la tercera aplicación no volvió a pasar.

En un pequeño libro que trae consigo leí que para evaluar el efecto relajante, los laboratorios utilizaron un método en el cual miden la tasa de Cortisol, una hormona que está presente en la saliva. En un contexto de estrés dicha tasa aumenta de un modo significativo, mientras que en un contecto propicio a la relajación disminuye. Dicen que durante y después de la aplicación de este producto se observó una reducción del nivel de esta hormona en un orden del 23%. Sinceramente yo les creo, porque cuando me la aplico me voy a la cama tranquila, con esa sensación tan relajante que produce el aroma del loto y con la seguridad de que al otro día se notará en mi piel.

Esta mascarilla la recomiendo para descongestionar la piel, relajarla en épocas de estrés y darle un extra de hidratación. Hay muchas en el mercado para tratar problemas específicos e incluso para zonas especiales (como el contorno de ojos), pero de estas hablaré próximamente.

Y vosotras, ¿soléis usar mascarillas?, ¿cuál es vuestra preferida?

Un abrazo enorme y gracias por leerme!