Mi experiencia con la manicura Shellac

Desde hace mucho tiempo tenía ganas de probar la manicura Shellac. Para las que aún no conocéis esa técnica, se trata de una manicura que se aplica como un esmalte normal, pero que dura como si fuese en gel, que tiene un acabado que no se raya y para la que garantizan una duración intacta de 14 días. Hoy os cuento mi experiencia.

Primero se pone una base especial

A medida que se aplica cada capa, se deben ir curando.

El proceso de esta manicura inicia como uno convencional: te limpian las uñas, te apartan las cutículas, te aplican una base (especial para este caso), pero a medida que van aplicando las capas de esmalte (tanto de la base como el color), éstas se curan en una pequeña cámara UV que las seca instantáneamente. La verdad que tanto el resultado, como el no tener que esperar para que las uñas se sequen, es alucinante.

Resultado final

En cuanto al aspecto de las uñas debo decir que se nota perfectamente que no se trata de un esmalte tradiconal, ya que estos tienen un componente que hace que la capa que queda sobre la uña sea un poco más gruesa que la que deja un esmalte tradicional. No es que parezca que llevas algo artificial pegado, pero la diferencia se puede percibir.


Con respecto a la duración os puedo decir que cumple con creces: estuve con la manicura puesta exactamente un mes y hasta ese momento no comencé a notar desgaste. Está claro que la uña crece, pero para ello (o si nos aburrimos de llevar el mismo color siempre), nos podemos pintar las uñas de otro tono y cuando queramos quitarlo lo podemos hacer con un quitaesmalte sin acetona, la manicura Shellac seguirá intacta.

Manicura después de UN MES.

El punto en el que se crean más mitos y controversias en el proceso de retirarla. Antes de hacérmela había escuchado que este paso podía dejar las uñas super débiles y que se podrían estropear. Claro, yo con la curiosidad no me podía quedar, y como mi uñas son muy fuertes (si queréis saber mi secreto, leed este post), me decidí.

Debo deciros que el retirar el esmalte es muy fácil pero lleva un poco más de tiempo que retirar un esmalte normal. Tengamos en cuenta que este lleva gel y que la capa no se quita a menos de que la raspes un poco. Sin embargo con la manicura recibes un pequeño kit que contienen 10 bandas adhesivas, un palito de naranjo y un bote de acetona, que es lo que necesitas para retirarla. No hice fotos del proceso porque me era imposible sostener la cámara al mismo tiempo, pero es sencillo: las bandas contienen algodón; estas se empapan con la acetona y se dejan las uñas envueltas durante 10 minutos. Después retiras la banda y con el palito de naranjo "raspas" la uña. La palabra puede resultar agresiva pero creedme que no lo es para nada... simplemente pasas el palito por la uña y el gel cae con facilidad.

Después de esto, las uñas no se me estropearon, ni se descamaron... no noté absolutamente ningún cambio en ellas. Sólo las dejé sin esmalte un par de días para que "descansaran" y luego estuve un par más sólo con la base endurecedora.

Sinceramente la manicura Shellac me sorprendió muy gratamente. La veo como una opción genial para esos momentos en los que sabes que durante 15 días no vas a tener tiempo para nada pero que necesitas llevar las manos impecables. La única pega que le encuentro es el precio (35€-45€ dependiendo del salón), pero desde luego es una alternativa que merece la pena tener en cuenta.

Es importante que tengáis en cuenta que esta manicura sólo se realiza con productos CND; si queréis ampliar la información o ubicar los centros en donde se realiza, podéis visitar su página web aquí.

¿Conocías la manicura Shellac?, ¿os gustaría probarla?

Que tengáis un fin de semana genial y gracias por leerme!

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