Cuando estaba embarazada solo faltó que el médico me dijese 'no puedes comer jamón ni sushi' para que se convirtieran en los alimentos más deseados por mi en toda mi vida. Nunca había tenido esa sensación y comprobé una vez más la ansiedad que te genera el que te prohiban el comer algo. Por eso sé que cuando se empieza una dieta, este es el camino que lleva al fracaso.
Supongo que todos habremos escuchado alguna vez que la mente es muy poderosa y es precisamente el punto en el que creo que fallan la mayoría de dietas o la forma en el que las abordamos: no tenemos en cuenta nuestro estado mental y la forma en la que vemos la comida. Tampoco pensamos en el largo plazo... en una sociedad en la que el 'fast food' se aplica a prácticamente todo, en el que nos lo ponen todo hecho para que no cueste ningún esfuerzo nada, es díficil hablar de una dieta que da resultados a paso lento (pero seguro).
La dieta que sí funciona es en realidad un cambio de hábitos, no solo de dejar de comer por un tiempo para desbocarse durante otra temporada y asi seguir en un círculo vicioso durante el resto de la vida.
Primero debes mentalizarte
Creo que esto ya lo había dicho aquí, pero esto es como dejar de fumar: primero debes estar completamente convencido de que quieres tomar las riendas de lo que comes y no dejarte llevar por las ganas repentinas de atiborrarte a chocolate. Piensa en ti, en tu salud y en las ventajas de no echar en el carro de la compra ese paquete de donuts.
Hazlo por como te ves, pero también por como te sientes
Vuelvo a poner el ejemplo de mi embarazo porque en él experimenté muchas cosas nuevas para mi. Por ejemplo, en el postparto (momento en el que solo seguía entrando en la ropa premamá, muy a pesar de que las revistas de moda se empeñen en hacerte creer que si no vuelves a tu figura de antes en 15 días eres una vaga), me sentía terrible por no entrar ni por asomo en mi ropa de antes. Me sentía fea, como si estuviese en un cuerpo que no era el mío y odié esa sensación.
Aunque el feliz desenlace fue descubrir que la mejor 'dieta' (entrecomillo porque en realidad no dejé de comer absolutamente nada), fue dar el pecho de forma exclusiva. Os lo cuento para deciros que pasé por ese momento de no gustarme nada de lo que veía ante el espejo y es algo muy triste.
Cuando quieres a alguien le mimas para que ese amor crezca y se haga fuerte. Pues bien, eso aplica a tu relación contigo misma: debes trabajar en ella... cuidarte e intentar que sea lo más sana y perfecta posible.
Motívate
No hablo de ver modelos de portada porque ese es un mundo irreal. Hablo de volver a entrar en esos pantalones que te encantan y que siguen ahí, guardados esperando a volver a tener su momento de gloria. Piensa en la satisfacción de hacer cada día algo bueno por ti misma (porque esto es un trabajo para todos los días), y en la sensación de lograr esa meta que te has propuesto.
Trata de empezar el día de la mejor forma posible
A pesar de que no tenemos vidas perfectas creo que es vital intentar empezar el día de la mejor manera posible para que todo fluya mucho mejor: regálate esos 15 minutos para desayunar como tu cuerpo necesita, trata de ser positivo a pesar de la lluvia y del mal humor del vecino con el que te cruzas todos los días en el ascensor... no hablo de que te conviertas en un emoticono sonriente porque es imposible, pero una dosis de positivismo extra nunca nos viene mal para conseguir cualquier objetivo que nos propongamos.
No aguantes hambre
Creo que en este punto hay una confusión y la mejor manera de aclararla es poniendo como ejemplo una milenaria costumbre japonesa: ellos no comen hasta saciarse, sino que dejan de hacerlo hasta que llegan a un 80% de la capacidad de su estómago (o “hara hachi bun me”). Claro, es difícil hacer un cálculo tan preciso de algo tan subjetivo, pero podría traducirse en un 'satisfecho pero no lleno'.
¿Tienes ansiedad?: distráete
Una de las causas más fecuentes de sobrepeso es que muchas personas suelen comer cuando tienen ansiedad. Esto les proporciona una sensación rápida de bienestar, aunque generalmente también acaba con una sensación de culpa por haberse dejado llevar.
Indaga en tu interior: ¿qué es lo que te pone ansioso?, ¿hay algo que te pone triste y lo solucionas comiendo?. Cuanto más analices con cabeza fría los motivos de lo que sucede y por qué sucede, más herramientas tendrás para poder ponerle solución y encararlo de otra forma distinta a la comida. ¿Qué tal si toda esa energía la utilizas para salir a caminar?... ¡igual descubres una ruta que te gusta y te retas a alcanzar los tan famosos 10.000 pasos que adelgazan!.
¿Soléis hacer alguna dieta a lo largo del año?. ¿Qué otro consejo añadirías?
¡Que tengáis un día estupendo y gracias por leerme!
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Me ha gustado mucho el post. Afortunadamente, dí ese paso hace justo un año y ahora te digo que no puedo pasar sin el ejercicio. Si la semana (porque por un día o dos no pasa nada, pero a veces pasa una épocas en que son más días) viene dura, planifico huecos y rutinas cortas, pero cumplo:me ayuda a sentirme mejor e incluso estoy de mejor humor.
ResponderEliminarUn besazo!
Te sigo de hace tiempo y creo que nunca me habia atrevido a comentarte. Me ha encantado tu post, la verdad que una vida sana no es fácil de conseguir si no te lo propones con cabeza. Un saludo! :)
ResponderEliminarYo di ese paso hace un par de años y perdí 13 kilos y claro, lo peor no es el perder sino el mantenimiento. Es un mantenimiento para toda la vida. Pero me alegro. Como a la plancha, apenas fritos, mucha verdura y fruta y me doy mis caprichos los fines de semana. Mi onzita de chocolate diaria nadie me la quita y si un día me apetece unas galletas para merendar me doy el gusto y por supuesto ejercicio eso que nunca falte.
ResponderEliminarUn beso!
El Tocador de Mia.
No necesito hacer dieta pero es que en general como bastante variado y sano. Tengo la suerte de que me gustan las frutas, verduras, legumbres y otras cosas que mucha gente ve como de dieta (el daño que hace esa mentalidad...), las verduras a la plancha, la lasaña de verdura, pero sin faltar un buen cocido, por ejemplo. Y no me quito algún capricho en forma de pizza, por ejemplo, pero desayunar sano mis tostadas con tomate y aceite o con requesón y fruta, o aguacate... la verdad que son cositas que van marcando la diferencia.
ResponderEliminar¡Un besote!
... ains hay tantos factores ... en esto de la dieta, los hormonales son mortales ¡te lo digo yo!
ResponderEliminarSaludos
Me ha gustado mucho esta entrada. Lo de mentalizarse está claro y me parece fundamental el punto no de pasar hambre. Yo misma noto que cuando tengo hambre y no como, luego "tengo" que comer más. bsts
ResponderEliminarMuy cierto todo lo que dices, especialmente lo de encarar la ansiedad hacia el ejercicio es una maravilla.
ResponderEliminarMuak!
Yo nunca he hecho dieto, como de una forma variada y de todo; ahora bien tengo que decir que parece ser que lo normal es hacer dieta de algo cuando debía de ser lo contrario, hacer dieta para gente que realmente tenga sobrepeso y el resto de los mortales pues una alimentación variada y de todo, no atiborrarse a dulce ni a pasteles pero por otra parte tampoco sacrificarte en algún momento si te apetece, en fin, todo con moderació y cabeza, a mi me gusta comer de todo, como dice Diana el hecho de comer legumbres y verduras no lo considero hacer dieta... porque me gustan las legumbres tanto como plato de invierno y no sobrecargadas ni de chorizo ni de nada, me encantan las verduras a la plancha y cocinar a la plancha, es más, huyo de platos fuertes pero no porque sean más calóricos simplemente no me gustan...., y respecto a la ansiedad... no sé, nunca he comido por ansiedad porque nunca he sentido ansiedad...
ResponderEliminarBesos
Muy buena entrada.
ResponderEliminarUn beso.