Eight Hour de Elizabeth Arden y los nueve usos que le doy

Uno de los productos más vendidos en el mundo de la cosmética es el Eight Hour y no me extraña: lo inventó la mismísima Elizabeth Arden para sus clientas más asiduas en 1930 y desde entonces se ha convertido en uno de los 'todo terrenos' para solucionar problemas en la piel.

Según una leyenda, su nombre fue el resultado de una de sus primeras puebas, cuando una de ellas la aplicó en una herida que se había hecho su hijo en la rodilla y ocho horas después estaba curada. E. Arden lo tuvo claro y desde entonces la fama de este producto es bien conocida por todos. En mi caso lo uso desde hace años y de diferentes maneras:

Para calmar quemaduras solares: yo lo aplico tras una crema hidratante para calmar la zona y para evitar la pérdida de agua.
Para reparar piel dañada por el viento: cuando bajan las temperaturas la piel sufre bastante (lo notaréis por la sequedad y la tirantez que se experimenta), así que puedes tanto evitar los daños aplicando un poco antes en las mejillas, labios y nariz, o después para aliviar la zona.
Para reparar labios agrietados: es uno de los usos más comunes, aunque ya veis que la marca sigue apostando por este producto con el formato en barra para labios ¡que son una maravilla!
Como hidratante de zonas extremadamente secas: si tienes zonas que se resisten a todo, prueba a poner un poco de este bálsamo (por ejemplo, en los codos y rodillas). Os sorprenderéis con la suavidad que van a tener tras un par de aplicaciones.
Para las cutículas secas: puedes aplicar todas las noches un poco de Eight Hour y notarás que el aspecto de tus manos cambia en cuestión de días.
Como prebase en zonas del rostro con descamaciones: a mi me pasa a menudo (principalmente en invierno), que las mejillas tienden a secarse mucho, así que necesito aplicar un poco de bálsamo antes de la base para que no se noten. De paso me ayuda a repararla, así que es un básico en esta época.
Como iluminador: un par de toquecitos te puede dar un acabado glow en la zona en donde lo apliques.
Como fijador de cejas: ha sido uno de mis últimos descubrimientos y por pura coincidencia, ya que me fui de viaje sin mi adorado Brow Finish y por su textura, pensé que me serviría. El caso es que acerté, porque me duraron intactas absolutamente todo el día.

Su packaging ha cambiado mucho desde que se creó y para esta temporada de invierno nos han sorprendido con una edición creada por Olimipia Zagnoli que incluye tanto el bálsamo corporal como los labiales en tres tonos (que por cierto, me tienen encantada porque lo tienen todo: hidratan, dan un toque de color y además protegen gracias a su SPF15).

Si no los habéis probado hasta ahora, sin duda es la oportunidad perfecta de hacerlo porque son básicos de invierno que además os alegrarán la vista gracias a estos diseños tan bonitos. Podéis encontrarlos en perfumerías y stands de lamarca a un precio de 35,50 el bálsamo y 25€ los labiales.

¿Alguna de vosotras los ha probado? ¿Qué otro uso de dais al Eight Hour?

¡Que tengáis un día estupendo y gracias por leerme!

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