Y tú, ¿cómo has tratado tu piel durante el verano?

Conforme llega el calor, mi mente empieza a soñar con los días de playa, piscina y terracitas... creo que mi indice de concentración disminuye y mis ansias por lucir ropa ligera, colorines variados y un bronceado espectacular son superiores a cualquier fuerza. Si embargo, cuando llegan los deseados días de playa se cumple prácticamente todo menos lo del tono de piel... basta con ver mis hombros de color rojo, mis mejillas pidiendo a gritos que llegue el otoño y mi colección de pamelas, gorras y demás desfilando por la habitación. Como si esto no fuera suficiente, mi marido, quien apenas pasa algún rato en el mar y otro leyendo fuera, luce el color más envidiable del mundo... ¿¿es esto justo??


Claro, todo tiene su explicación... y es que no todas las pieles son iguales. Esto depende de nuestro fototipo, definido por el color de la piel, del cabello, la tendencia a las quemaduras y la aptitud al bronceado, por eso es importante conocerlo, ya que así podemos elegir los productos que mejor le van.

Tengamos en cuenta que la mayoría de las mujeres siempre queremos broncearnos cuando llega el verano, de hecho cuando uno es joven no le importa hacer experimentos de lo más variopinto para lograr el deseado color de modelo brasilera y por lo general nunca se detiene a pensar sobre el futuro... pero los años pasan y la piel tiene memoria!

Si has cometido estos y otros errores no es de extrañar que a cierta edad comiencen a aparecer manchas marrones o blancas, pecas, arrugas, y que la piel comience a tener un aspecto deteriorado. Al fin y al cabo el bronceado es una reacción de defensa natural de la piel. En pocas palabras, al broncearte lo que estás haciendo es atacar la piel y ella lo que hace es tratar de defenderse. 

Os muestro un cuadro que explica de una forma muy sencilla los efectos positivos y negativos de cada uno de los diferentes tipos de rayos solares:

Y atención a los siguientes datos:

• Las nubes sólo bloquean los infrarrojos (es decir, el calor), y  el 60% de las personas que suelen utilizan protección solar deja de aplicarla durante los días nublados, por lo que pueden presentar quemaduras significativas a los rayos UVA y UVB.
• En función de nuestro fototipo (cantidad de melanina en la piel), estamos en mayor o menor medida protegidos del sol.
• Existen varios tipos de protección solar: la física (mineral pulverizado que refleja la radiación), la química (moléculas que absorben la radiación), híbridos (que combinan las dos anteriores), y biológicos (a través de antioxidantes, pero estos no abarcan la protección de todo el espectro que menciono en el cuadro).

En definitiva, el sol es necesario para todas nuestras funciones vitales, por ejemplo para la síntesis de la vitamina D, y está claro que nuestro ánimo sufre un cambio más que positivo. Sin embargo, hay que tomarlo con moderación, tenemos que cuidar y proteger nuestra piel ya que es la que tendremos para siempre.

Y vosotras, ¿cómo tratáis vuestra piel durante el verano?, ¿Os bronceáis a toda costa, o sois de las que utilizáis pamela, cremas y demás artilugios?

Un abrazo y gracias por leerme!

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Debo agradecer a los laboratorios Avène y a Rapport-Track por la invitación a un taller de protección solar , en el que nos explicaron muchas de las cosas que aquí he tratado de contaros.