Atentados que cometes y que no te dejan lucir una piel bonita

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Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Eso es lo primero que se me ha venido a la mente al pensar en las cosas malas que le hacemos a nuestra piel a lo largo de nuestra vida... y con "malo" no solo me refiero a que no la cuidamos para que se vea bonita, sino que a veces no tenemos algunos gestos con ella que le ayudarían a estar más sana a pesar del paso del tiempo. Si eres joven, estás a tiempo... y si no lo eres tanto, nunca es tarde para empezar.


Utilizar productos muy agresivos para limpiar la piel

Creo que este es uno de los errores más frecuentes que cometemos aunque principalmente en la adolescencia, cuando las hormonas están un poco alborotadas y nuestra piel produce más sebo del que necesita. Limpiar y exfoliar es básico para mantenerla bien, pero es esencial tener mucho cuidado al elegir los productos para hacerlo (hace poco os conté algunos trucos para elegir la limpiadora perfecta para tu tipo de piel).


No desmaquillarla

Es verdad que el maquillaje cada vez incorpora más tecnología que busca cuidar la piel, pero aún así, contienen pigmentos e ingredientes que atrapan restos de polución a lo largo del día. Esa combinación es desastrosa para los poros y por eso es necesario tener una buena rutina facial nocturna. Si la saltamos, o directamente no la tenemos, estamos beneficiando que esta se acumule en la piel y produzca un envejecimiento prematuro.


No hidratarla

Soy consciente de que existen pieles muy agradecidas que jamás han visto una crema en su vida, pero es un porcentaje muy reducido. La contaminación, el estrés, los hábitos alimenticios y otro sinfín de cosas hacen que la piel envejezca mucho más rápido y que necesitemos hidratarla a diario y desde cada vez más jóvenes.

Encontrar la hidratante perfecta es cuestión de ensayo y error, de conocer nuestras necesidades y entender que estas cambian con el paso del tiempo. Lo que siempre recomiendo es informarse (no sabéis los dolores de cabeza que evitan el entender un poco la lista de ingredientes de las cremas), e intentar probar antes de lanzarte a comprar.


No protegerla del sol

El sol es necesario, pero en su justa medida. Desafortunadamente los daños ambientañes han hecho que tomar el sol sea cada vez una actividad más peligrosa para nuestra piel, así que utilizar un protector solar antes de salir a la calle (y no solo en verano), debería ya estar incluido dentro de nuestra rutina de cuidados como lavarnos los dientes. Acordaros siempre que un buen protector solar es el mejor antiarrugas y antimanchas que podéis encontrar en el mercado.


Fumar

En la práctica todos lo sabemos, aunque el problema más grave de hacerlo no son los estragos que causa el cigarrillo en la piel. Este está relacionado con la pérdida de firmeza, luminosidad y la aparición de manchas y arrugas, aunque está claro que se necesitan motivos más fuertes que esto para tomar la decisión de dejarlo.


No comer bien

Mi zumo detox (aquí tenéis la receta)

Aunque la calidad de la piel depende en su mayoría de factores genéticos, quienes tenemos una 'piel especial' (por no llamarle problemática), sí que notamos mucho cuando no nos estamos alimentando de forma adecuada. Es aquí donde debo decir que el verdadero 'detox' para la piel viene desde dentro y no a través de cremas y mascarillas: si tienes una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales que ayudan a eliminar más rápidamente, seguramente lo notarás en tu piel.


Dormir poco

Dormir bien es indispensable para gozar de una buena salud, pero también se nota en el aspecto de la piel. Muchas veces he dicho aquí que una de las mejores curas de belleza es tomarse el tiempo para dormir lo que el cuerpo te pida, desconectado de móviles, despertadores y demás.

La razón es simple: durante las horas de sueño nuestro organismo trabaja en la regeneración de los tejidos después de que han sido sometidos a agresiones externas durante el día. Si interrumpimos ese proceso sin haber finalizado y además lo repetimos día tras día, es normal que al final eso termine pasando factura.


No darle algunos días "de descanso"

Seguramente algunas personas pensaréis que no tiene sentido que la piel descanse, pero como siempre, aquí hablo desde mi experiencia personal. Cuando he tenido temporadas en las que no me maquillo (por ejemplo, en vacaciones), la piel luce como nunca... radiante y con una luz que no me brinda ni el mejor iluminador. Por eso soy fiel defensora de que la piel necesita esas temporadas de vez en cuando... incluso algún día de la semana.


Tocarla mucho

Las manos son unas de las mejores conductoras de bacterias de nuestro cuerpo y por eso lo mejor que podemos hacer es mantenerlas alejadas del rostro, más aún si sufrimos de acné o de alguna patología como dermatitis o psoriasis. Cuando nos vayamos a maquillar o a retocar tienen que estar perfectamente limpias porque de no hacerlo, puede agravar el problema significativamente.

¿Cometéis alguno de estos 'atentados'?. ¿Sugerís algún otro que me haya dejado por fuera?

¡Que tengáis una buena semana  y gracias por leerme!

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