Durante el verano, nuestro pelo requiere un poco más de atención de la que le prestamos el resto del año: en esta época lo exponemos al sol, al agua del mar, al cloro y al viento... por eso normalmente en otoño necesitamos 'cortar por lo sano' para eliminar el aspecto pajizo que dejan los excesos cometidos durante las vacaciones. Yo desde hace años he optado por prevenir y la verdad es que me ha dado buen resultado, así que os cuento cuál es mi rutina capilar durante el verano.
Elijo siempre un champú formulado para usar en verano
No todos los champús son iguales y creedme, desde que utilizo uno de gama solar mi pelo luce muchísimo mejor durante y después del verano. Lo ideal es elegir alguno que sea reparador, con ingredientes nutritivos que proteja las fibras que han sido expuestas a los agentes externos.
En años anteriores he utilizado el de Kèrastase y el de System Professional, pero este he elegido el de Tamanú Bio y Monöi de Klorane, un champú con un 84% de ingredientes de origen natural (entre los que encontramos también aceite de almendras dulces, de coco y vitamina E), que aporta hidratación y que elimina cualquier residuo de cloro, arena o sal. Me gusta muchísimo porque deja el pelo muy brillante a pesar de no tener siliconas y además huele estupendamente.
Aplico una mascarilla al menos una vez a la semana
Reparar y dar un plus de nutrición al pelo es clave para terminar el verano sin tener que salir corriendo a la peluquería. Aplicando un producto específico puedes evitar que se abran las escamas del pelo y por consiguiente, que se vuelva más quebradizo.
Supongo que todos nos sabemos la teoría pero muy difícilmente la llevamos a la práctica, pero hay algunas mascarillas capilares que no necesitan más de 15 minutos para 'hacer su trabajo'. Tómalo como 'tu momento y aprovecha para descansar un poco.
Afortunadamente hoy día tenemos
muchas opciones, generalmente en formato spray, que facilitan mucho la
aplicación. Basta con pulverizar el pelo y el cuero cabelludo unos 20
minutos antes de exponerte al sol y reaplicar al salir del mar o de la
piscina. El que estoy utilizando es el Aceite Solaire de René Furterer, un producto que nutre el pelo, lo protege de los rayos solares, le aporta brillo (a pesar de no llevar siliconas), y además lo deja deliciosamente perfumado.
Utilizo un spray de protección solar
Este ha sido el "año de los sprays": estoy utilizando un acondicionador, un reparador (que me encanta), y un protector solar capilar con este formato. Es lo más práctico que podemos usar en verano.
Este último es vital para que el sol no lo queme, tal y como sucede con la piel (especialmente si lo hemos sometido a
tratamientos de coloración), ya que los rayos solares tienen efectos negativos sobre la composición de la fibra capilar: si no lo cuidamos, es
normal terminar el verano con el pelo quebradizo, con puntas abiertas y
sin brillo.
Nunca salgo en las 'horas críticas' sin sombrero o pamela
Generalmente nunca salgo a la playa o a la piscina en la franja con más radiación solar, pero si llega a suceder, siempre llevo un sombrero puesto, independientemente de que me haya aplicado el protector solar capilar. La razón es muy sencilla: además de proteger la cara y el pelo, cubro el cuero cabelludo, una de las zonas más sensibles del cuerpo y que sin las precauciones necesarias, puede presentar quemaduras, eccemas y en donde también se puede desarrollar cáncer de piel.
Nunca recojo el pelo si está mojado
Cuando el pelo está mojado o húmedo, es más proclive a romperse. Por eso todos los expertos recomiendan en la medida de lo posible, dejarlo secar al aire (yo utilizo siempre la toalla Aquis, que es una maravilla), y no peinarlo hasta que esté completamente seco.
Me olvido de las herramientas de peinado
Creo que no es la primera vez que os doy este consejo: en verano prácticamente nunca cojo ni el secador, la plancha ni el rizador (salvo si tengo algún compromiso, claro). Con el tiempo he aceptado los incipientes 'ondas surferas' que se me forman en verano y he aprendido a convivir con ellas gracias a sprays que me ayudan a controlarlas un poco. Además, el verano es una época ideal para dejar volar un poco la imaginación, así que a veces me hago alguna trenza o me recojo el pelo con un pañuelo... ¡benditos sean los peinados de verano que nos sacan de cualquier apuro!
¿Soléis modificar vuestra rutina capilar durante el verano? ¿Cuál es vuestro producto fetiche durante esta época?
¡Un abrazo y gracias por leerme!
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Lo de recoger el pelo mojado y prescindir lo más posible de herramientas de calor lo llevo muy a rajatabla. Y mascarilla la verdad es que la uso día sí, día no (ahora me lavo mucho más el pelo con la playa, en invierno sólo un par de veces a la semana).
ResponderEliminarUn besito.
De todas formas, siempre es bueno hacer un corte de pelo pasado el verano.
ResponderEliminarBesitos