Uno de los mejores placeres de la vida es descubrir un clásico: una buena película, un best seller o un perfume famoso. Justamente el que os enseño hoy marcó un hito en Viktor & Rolf, la casa de moda neerlandesa que confió en tres de las mejores narices del mundo para crear la que fue su primera fragancia femenina: Flowerbomb.
Para su creación, los diseñadores se inspiraron en un mensaje de positivismo y en la idea de difundir la belleza del mundo convirtiendo lo malo en algo bueno a través de un estallido floral. Olivier Polge, Carlos Benaim y Domitille Berthier materializaron ese mensaje con un perfume potente, muy femenino y lleno de matices.
Este es un perfume que pertenece a la familia olfativa Oriental Floral. Su salida es fresca y muy aromática gracias al té, la bergamota y el Osmanto (una nota que me encanta porque tiene mucha fuerza)... un gran preludio para el espectacular corazón floral que compone la orquídea, el jazmín, la rosa, la fresia y la flor de naranjo africano... un bouquet salpicado por toque ligeramente dulces que sorprenden una vez se asienta sobre la piel. El fondo de pachulí y almizcle le imprimen la majetuosidad que identifica a la marca y además le aporta una muy buena fijación.
No puedo dejar de mencionar la pequeña obra de arte que supone su frasco facetado, ya que representa una bomba en forma de diamante (la piedra más difícil de destruir), que al contacto con la luz se convierte en un prisma luminoso. No exagero si os digo que me alegra la vista solo con mirarlo.
Sinceramente, este perfume me ha sorprendido por su suntuosidad: esperaba una fragancia lujosa y ha superado con creces mi expectativas... además cada vez que lo aplico descubro algo nuevo en su estela ¡Sin duda os recomiendo que lo probéis!
¿Conocíais Flowerbomb? ¿Qué es lo que más os llama la atención de este perfume?
¡Que tengáis un buen día y gracias por leerme!
No hay comentarios
Tu opinión es vital para la construcción de este blog, ¡gracias!