Caldea en Andorra: ¿merece la pena visitarlo?

 

Hay muchas cosas por las que Andorra es famosa: sus paisajes, sus espectaculares pistas de esquí... y Caldea. Este es uno de los balnearios más grandes de Europa y parada obligada para quienes visitan la zona, no solo como plan de invierno. En mi caso es una visita que tenía pendiente desde hace mucho, y las expectativas eran tan altas, que todo lo que he vivido allí se merece un post. ¿Merece la pena visitarlo? Hos os quiero contar mis impresiones.

 

 

 

Caldea, un templo de relajación y bienestar

 

 

Debo confesar que lo primero que me sorprendió fue su aspecto vanguardista. Su exterior es una declaración de intenciones de lo que te espera en el interior: amplitud, modernismo y ante todo, comodidad.

Caldea es famosa por sus aguas termales. Se compone de tres espacios diferentes: Termolúdico, el spa más grande de todo el centro, con acceso a mayores de 5 años y con un aspecto futurista que invita a la relajación mientras te diviertes con tu pareja, con tu familia o con amigos. Inúu, una zona solo para mayores de edad, y Likids, un exclusivo spa para niños y niñas entre 3 y 8 años en donde no está permitida la entrada a padres y los pequeños están acompañados todo el tiempo por monitores especializados.

Aunque yo visité Termolúdico para conocerlo, lo cierto es que no estuve mucho tiempo ahí. Me llamó especialmente la atención sus baños con frutas (muy aromáticos y agradables), y todas las opciones temáticas que ofrece. Tiene una laguna termal panorámica preciosa y un ambiente que definitivamente es ideal para disfrutar en grupo.

Inúu: el exclusivo circuito del que sales como nuevo

 

 

 

 

Esta es la parte de Caldea en la que estuve la mayor parte del tiempo. Se trata de una zona reservada para mayores de edad, mucho más tranquila y con un circuito super completo. La parte central del spa tiene varios niveles en forma de casacada y acceso a otra laguna en la terraza desde donde puedes disfrutar de unas vistas preciosas de la montaña. 

 

El spa te guía de forma intuitiva por un circuito de chorros de varias presiones que de forma paulatina y a través de masajes, van eliminando el estrés y las tensiones acumuladas en el cuerpo. Cuando lo terminas y sales a la laguna exterior, sientes que renaces viendo de frente la naturaleza. Una maravilla.

También cuenta con una zona de reactivación gracias a los contrastes de temperatura: hammam, camas de agua y una sauna de pared salina que es un regalo para tus pulmones. Es la guinda perfecta para que tu mente y tus músculos salgan de allí como nuevos.

El boche de oro: sus tratamientos de cabina

 

 

 

Visitar Caldea y no hacerte uno de los tratamientos de cabina que ofrece es una visita incompleta. Las instalaciones son muy amplias y están cuidadas al mínimo detalle. El ambiente invita a desconectar de todo y a dejarte llevar por las prodigiosas manos de sus esteticien, que en mi caso hicieron maravillas en mi piel sensible. 

 

El tratamieno que elegí fue el Jenunesse Intensivo Sothy's, un protocolo que se realiza con la marca francesa que lleva su nombre y que está recomendado para tonificar, redensificar y redefinit los contornos del rostro. Incluye una limpieza facial previa y un protocolo muy meticuloso de hidratación, gracias a las cinco estapas que incluye (una de ellas con una mascarilla ultra hidratante). Al terminar mi piel lucía radiante, con un brillo natural que no veía hace mucho y además totalmente calmada. No exagero si os digo que es uno de los mejores que he probado en toda mi vida.

 

Aunque estuve cinco horas en total, debo reconocer que el tiempo se me pasó volando. Es increíble como transcurre todo cuando lo estás disfrutando de verdad y como notas que tu cuerpo agradece desde el primer momento el regalarte momentos como este.

Sin duda, volveré. Caldea es un lugar al que siempre quieres volver.

¿Habéis estado en Caldea alguna vez? ¿Qué tal fue vuestra experiencia?

¡Que tengáis un día estupendo y gracias por leerme!

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